"Mariajesús es la reina de Paradela (un pueblo de las afueras de Orense), pero yo le llamo también "La reina de las cosas pequeñas" porque sabe hablar con los objetos, los animales y todo aquello que le rodea. Ha conseguido el sueño de muchos: vivir en armonía con la naturaleza.
Cuando
era joven tiraba
con arco,
y ahora, aunque lo conserva (pero no entrena) sigue teniendo la misma
puntería o más."
Así
la definí entonces y así la definiría ahora, porque aparte de la
puntería con la que acertaba con las palabras, a las que manejaba
con precisión, si algo me maravillaba era cómo había
conseguido llegar a un diálogo con la Naturaleza que traspasaba la pantalla de ordenador y de la que todos sus amigos blogueros disfrutábamos.
En
su generosidad quiso obsequiarnos con un preciado regalo: plantar un árbol
frutal que llevaría el nombre de cada uno de nosotros. Todos
escogimos nuestro árbol. Yo escogí un cerezo -"cerdeira" en gallego-,
y allí está, en su reino. Cada uno de nosotros fue
testigo de su plantación, su crecimiento y su floración.
En
agradecimiento a su regalo y su amistad, quiero dejarle unos versos
de Antón Avilés de Taramancos:
Imos
plantar unha cerdeira nova,
temos que darlle esa alegría ao vento.
Vamos a plantar un nuevo cerezo,
tenemos que darle esa alegría al viento.
Muchas gracias, Mariajesús.